[vc_row][vc_column][vc_column_text]Año 2050, 9.700 millones de personas viviendo en el mundo y el 75% será en ciudades. Estos datos son de la ONU, así que más vale prevenirnos para el futuro. El sector inmobiliario y el urbanismo tienen un gran peso en diseñar cómo serán los espacios donde vivirán y se relacionarán las personas.
La literatura de ciencia ficción nos ha deleitado con obras distópicas donde las ciudades se convertían en auténticas cárceles para el ser humano. Donde las casas son nichos inertes y herméticos donde malvivir. Ahora bien, la ciencia y las nuevas tendencias enseñan un camino alejado de 1984 o Un Mundo Feliz. El futuro de las ciudades pasa por la interacción con sus residentes y con un diseño adaptado al humano.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_spacer height=»50″][vc_separator][ultimate_spacer height=»50″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»El camino hacia una ciudad utópica: convertirse en Smart City» google_fonts=»font_family:Nunito%3A300%2Cregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal»][vc_column_text]El concepto de Smart City implica que una ciudad sea más fácil y placentera para vivir, en otras palabras, más inteligente. Una ciudad donde aplicando tecnología y los conocimientos que aporta el Big Data, la ciudad puede convertirse en un entorno más fácil de vivir para las personas.
Existen varios proyectos en ciudades del mundo. Por ejemplo, en Amsterdam las farolas de luz emiten solo la luz necesaria para cada momento del día, de esta forma se ahorra en energía.
En Singapur, la amplia red de sensores instalados por la ciudad aportan información actualizada de riesgos de inundaciones de desagües, maneras de cómo evitar atascos, la calidad del aire o bien, donde encontrar hueco para aparcar el coche.
Por otro lado, el ayuntamiento de Barcelona está trabajando en un sistema informático para unificar todas sus bases de datos, así las autoridades podrán gestionar de manera eficaz los servicios municipales e integrarlos con los sistemas de gestión de servicios, ya sea movilidad, emergencias o incluso con las empresas que suministran agua, gas y energía.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_spacer height=»50″][vc_separator][ultimate_spacer height=»50″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=»El papel del sector inmobiliario en las ciudades del futuro» google_fonts=»font_family:Nunito%3A300%2Cregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal»][vc_column_text]El Real Estate ya no puede actuar solo, sino que debe comprender las necesidades de cada ciudad para crecer con ella, acompañarse mútuamente. Gracias a los conocimientos a través del Big Data se puede predecir la demanda del mercado inmobiliario, así como las necesidades concretas de cada centro urbano.
Es más, gran parte de la información que recogen los sensores tecnológicos proceden de activos inmobiliarios. Por ejemplo, los desagües de los sótanos, las plazas libres de los aparcamientos, los picos
de hora de entrada a los edificios de trabajo, o incluso la producción de energía de placas solares en domicilios particulares.
Esta gran cantidad de datos se recoge en el propio edificio y se envía a centros de gestión para procesar la información y tomar decisiones. Es por ello, que el sector inmobiliario debe estar integrado en la ciudad, recoger los inputs de las personas que allí conviven y aportar su grano de arena para tomar decisiones.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_spacer height=»50″][vc_separator][ultimate_spacer height=»50″][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_single_image image=»14144″ img_size=»full»][vc_custom_heading text=»Tendencias para las ciudades utópicas» google_fonts=»font_family:Nunito%3A300%2Cregular%2C700|font_style:700%20bold%20regular%3A700%3Anormal»][vc_column_text]Existen muchas teorías sobre cómo debe evolucionar una ciudad para que los residentes ganen en calidad de vida. Algunas de ellas son estas:
1. Sostenibilidad: eficiencia en el uso de la energía, reciclaje, menos coches contaminantes y más zonas verdes. Según los estudios, a menos contaminación las personas son más felices e inteligentes.
2. Internet of Things: los sensores de la ciudad también pueden entrar en casa, crear una red siempre comunicada para trabajar más eficazmente. En este apartado Amazon o Google tienen mucho que decir gracias a los asistentes para los pisos que han desarrollado.
3. Crowdsourcing: que el público tenga acceso a todos los datos. Es decir, que las corporaciones tecnológicas que recogen la información también la compartan con lo usuarios. Así, los ciudadanos podrán tomar las decisiones personalmente, sin que IBM o Cisco decidan por ellos.
En definitiva, las ciudades del futuro se mueven entre dos contrastes. Por un lado, la distopía de urbes gobernadas por grandes empresas que eligen qué necesitan sus consumidores. O bien, una utopía donde la ciudad será diseñada a gusto de las personas. En ese vaivén debe jugar el sector inmobiliario, marcando la diferencia.
¿Cómo piensas que será la ciudad del futuro? Tienen sentido los proyectos de Smart City? Deja tu comentario debajo y comparte esta publicación.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][ultimate_spacer height=»50″][vc_separator][ultimate_spacer height=»50″][/vc_column][/vc_row]